Las vacaciones y viajes de larga distancia no siempre están contraindicados durante el embarazo, pero es necesario consultar previamente con el obstetra y tomar una serie de precauciones.

Una regla básica para las vacaciones de la embarazada indica que el lugar a donde se va a viajar, la temporada, el tiempo de duración y la distancia elegida deben en realidad adaptarse a la futura mamá. Por este motivo, antes de tomar cualquier decisión hay que solicitar el permiso del obstetra, quien va a tener en cuenta la edad gestacional, cómo se estuvo desarrollando el embarazo y si hay ciertas condiciones particulares en la embarazada. El médico va a sugerir también en base a estos datos, qué lugares son más convenientes, por ejemplo, si desaconseja sierras o montañas, o el mar, o lugares de mucha elevación, o por el contrario, si considera que no hay ningún tipo de inconvenientes para un viaje largo en auto, avión, o para una estadía prolongada.
En ciertos casos puede ser necesario cierto grado de reposo o tranquilidad, frente a lo cual un desplazamiento hasta una quinta cercana al hogar y a la clínica serían lo más indicado, en lugar de un viaje de larga distancia.
Una vez que el médico dio su permiso, es importante planificar detalladamente el viaje y todo el equipaje, para que la estadía sea agradable y segura para la mamá y el bebé.

Los viajes largos no se recomiendan en los siguientes casos
Durante el primer trimestre, aunque no existan riesgos
En el último trimestre debido a la posibilidad de una emergencia como un parto adelantado

Qué se debe evitar
Viajar a lugares lejanos donde es necesario aplicarse ciertas vacunas, porque algunas están prohibidas durante el embarazo. Además, esto indica que en estas zonas existe el riesgo potencial de contagio de enfermedades.
Viajar a lugares de gran altitud, no están permitidos en ningún momento del embarazo.

Elementos que no hay que olvidar
Vitaminas y los medicamentos que haya indicado el médico ácido fólico, hierro, antiespasmódicos, antiácidos, etc- en dosis suficientes como para terminar el viaje
Llevar recetas médicas si el médico las ha recomendado. Ilustración 8, necesaire con vitaminas y a. fólico
Llevar los números de emergencia para localizar a su obstetra.
Averiguar datos de un obstetra local y clínica, para acudir ante cualquier emergencia
Llevar la historia clínica y un resumen realizado por el obstetra

Recomendaciones que no hay que olvidar
Evitar los tours donde se recorren varias ciudades en pocos días
Elegir un hotel o alquilar una casa de veraneo, donde la embarazada pueda descansar sin tener que hacer grandes traslados
No tomar agua corriente de zonas rurales o si se viaja a países extranjeros
Durante el viaje no permanecer sentada durante demasiado tiempo, sino realizar pequeñas caminatas cada hora o movilizar los pies y tobillos en el lugar.
Si se viaja en coche, detener la marcha y caminar un rato
Si se viaja en tren, micro o avión, circular por el pasillo central.

Viajes aéreos
Antes de viajar en avión es importante averiguar si la cabina ya está presurizada, si bien en las grandes líneas áreas siempre lo están, es muy importante tener en cuenta esta advertencia porque a veces aviones de pequeñas compañías privadas quizás no lo han hecho particularmente en viajes cortos- pero los cambios de presión pueden ser muy peligrosos porque reducen la llegada de oxígeno a la embarazada y al bebé.
Prestar atención a la comida que se sirve, observar si es posible una dieta especial acorde a las necesidades de la mujer embarazada.
Siempre conviene elegir una ubicación que se encuentre cercana a los baños.

Viajes en coche
Llevar una reserva de bocadillos nutritivos para calmar el apetito y termos con jugo, agua mineral y leche en polvo. Recordar que una embarazada no puede pasar muchas horas sin ingerir un alimento, y es importante estar bien hidratada.
Comprobar antes de la partida que el asiento que se ocupará es confortable, sobre todo en caso de viajes largos.
Llevar una almohada para sostener el cuello, resultará en un viaje más confortable.